Nuestro apoyo a la producción agrícola de productos animales: ganado, huevos, miel, carne, etc.

La ganadería en Francia evoluciona constantemente y es uno de los retos de la transición ecológica. La preocupación por el medio ambiente y el bienestar de los animales están cada vez más presentes en las decisiones de los consumidores. La industrialización de la ganadería es fuente de contaminación, plantea riesgos sanitarios y ejerce presión sobre el medio ambiente. Las crisis de la ganadería vuelven aún más urgente la reubicación de las explotaciones a escala humana, gestionadas con métodos respetuosos tanto de los animales como del medio ambiente. Por el bien de su salud, también es aconsejable consumir carne procedente de explotaciones ganaderas ecológicas.

Se trata de cumplir con las expectativas de la sociedad y, al mismo tiempo, alcanzar el éxito económico. La transición hacia rebaños menos numerosos está en marcha. Además, las pequeñas explotaciones requieren menos inversiones. Esta forma de agricultura no intensiva es, por tanto, una respuesta adecuada a los retos que plantea el modelo agrícola dominante, que tiene dificultades para garantizar la sostenibilidad de las poblaciones agrícolas.

La ganadería ofrece varias oportunidades de participar en la transición ecológica: conservación de praderas permanentes, pastoreo ecológico realizado con gestores de espacios naturales y rurales, actividades educativas en colaboración con las autoridades locales y las escuelas, la ganadería a pequeña escala también puede ser una fuente de diversificación para una actividad artesanal o agrícola. También es posible gestionar una explotación ganadera a pequeña escala, en el contexto de una microgranja, por ejemplo, como complemento de la producción agrícola o como actividad de ocio.

Los animales criados en buenas condiciones -en libertad, crecimiento suave, alimentados con hierba, cuidados naturales- son parte integrante de un sistema agroecológico.

La ganadería contribuye a mantener un modelo familiar y da vida a las zonas rurales, sin olvidar los beneficios que aporta al campo y al desarrollo regional. Ovejas, cabras, corderos, vacas, gallinas ponedoras o pollos de engorde, burros, colmenas... Son numerosas las palancas que se pueden movilizar para practicar una ganadería respetuosa de los animales y del medio ambiente, haciendo que los sistemas sean más autosuficientes, económicos y resistentes. Para saber cuáles son, puede recurrir a los servicios de un asesor apicultor o de un experto avicultor, por ejemplo.